La canciller alemana, Angela Merkel, informó este miércoles que decidió dar marcha atrás al confinamiento estricto de cinco días anunciado para Semana Santa ante el aumento de casos de la covid-19.
"Un error debe llamarse error y, sobre todo, debe corregirse y, si es posible, a tiempo. Sé que esta propuesta causó una incertidumbre adicional, lo lamento profundamente y por ello pido el perdón de todos los ciudadanos",afirmó la funcionaria en su discurso.
El anuncio llegada 24 horas después, luego de la reunión de urgencia de Merkel los principales responsables políticos de los estados federados para anunciar la marcha atrás.
La idea de un endurecimiento de las medidas por cinco días durante Semana Santa fue pensada "con las mejores intenciones", aseguró Merkel, y tenían como "desacelerar y revertir la tercera la de la pandemia", pero "no se puede hacer en un lapso corto de tiempo".
Las autoridades alemanas habían pactado que, entre el 1 y el 5 de abril, se endureciesen aún más las actuales restricciones que rigen en principio hasta el 18 de abril.
Durante los cinco días especiales, estaba previsto que cerrasen prácticamente todos los comercios y se limitasen las reuniones.
Las críticas contra la decisión llegaron incluso desde las filas del Gobierno.
El ministro del Interior conservador de Baviera, Horst Seehofer, dijo que estaba "asombrado de que todos los partidos cuyo nombre tienen una C [de cristiano] sugirieran que las iglesias se abstengan de celebrar servicios, especialmente en Semana Santa".
Las organizaciones profesionales criticaron por su parte los anunciados cierres de negocios, en un contexto económico ya muy deteriorado por la pandemia, hasta el punto de que 120.000 tiendas están amenazadas de cierre definitivo en Alemania.
Esto se reflejó en unas encuestas alarmantes para los conservadores del CDU-CSU, la coalición que representa Merkel, que pese a la caída de la imagen obtendría una victoria en las elecciones de septiembre, ya sin la actual canciller que no buscará su reelección tras 16 años en el poder.
Las autoridades de Alemania confirmaron hoy cerca de 250 muertos por coronavirus durante el último día, con lo que el país europeo superó el umbral de los 75.000 fallecidos en la pandemia, según los datos recabados por el Instituto Robert Koch.
El organismo, ente gubernamental encargado del control de enfermedades infecciosas, precisó que durante las últimas 24 horas se detectaron 15.813 casos y 248 decesos, lo que sitúa los totales en 2.690.523 y 75.212, respectivamente.
Asimismo, señaló que la tasa de incidencia acumulada durante los últimos siete días es de 108,1 casos por cada 100.000 habitantes, con 89.940 contagios durante la última semana y cerca de 170.000 casos activos.
Tras varias semanas de descenso, este indicador volvió a ascender en los últimos días, lo que encendió las alarmas del Gobierno.